sábado, 14 de junio de 2008

Paréntesis


Aprendimos que cuando se interrumpe el sentido y giro del discurso con una oración aclaratoria o incidental y esta es larga o tiene conexión escasa con lo anterior se encierra dentro de un paréntesis. En todo caso, un paréntesis es una suspensión o una inserción, casi siempre necesaria, en la continuidad del discurso.

En perspectiva poético-filosófica, una roca es paréntesis en la corriente de un río; un charco, en un camino empedrado; una nube, en un despejado cielo; y el mismo azul inmenso, en un cielo encapotado. Estos incidentales paréntesis dejan, una vez cerrados, a la corriente principal seguir su curso. Todo depende de cuándo (edades, historias, rutinas), desde dónde (niveles de conciencia) apreciemos el continuum.

Para un pajarito que de su jaula escapa, el paréntesis habrá sido su prisión; para un sentenciado a cadena perpetua, su libertad; para el marino, un puerto o una isla, acotaciones en lo usual de alta mar. Estos, paréntesis aclaratorios, transparentan el porqué del movimiento básico.

Has dicho, yo he sido un paréntesis en tu vida. La fluidez del libro de una existencia no permite leerlo completamente para notar qué fue lo más constante. No sabemos aún si es aclaratorio (de tu vida o de la mía) o incidental (en tu vida o en la mía). Que el tiempo diga si ha de cerrarse (...

Quizás Dios no haga paréntesis... de allí su infinitud y eternidad.