jueves, 25 de noviembre de 2010

Largo lloroso en fa menor

Caían las gotas de El Invierno vivaldiano
en simpatía con las notas del llanto divino.
Dibujaban estas, efímeramente, sobre el líquido pergamino
tantos círculos como gotas
(tantas vidas como almas... unas más extensas que otras)
cuando eran más existían menos
cuando eran menos perduraban más...
Extinguidos volvían al anonimato del Todo...
Las semifusas del cielo conmovían el sequedal
y las saltarinas esferas de pizzicatti fecundaban mis grietas...
He aquí la comunión con lo sagrado:
flujo sonoro, ritmo concordante
fui por un instante música y agua.
(Como ella da esperanza a la tierra, así me he prometido renacer... )
Lágrimas en fa menor interpretadas por causa mía
tantas veces por quien más amo...
He aquí la desunión de lo profano.