jueves, 25 de noviembre de 2010

Largo lloroso en fa menor

Caían las gotas de El Invierno vivaldiano
en simpatía con las notas del llanto divino.
Dibujaban estas, efímeramente, sobre el líquido pergamino
tantos círculos como gotas
(tantas vidas como almas... unas más extensas que otras)
cuando eran más existían menos
cuando eran menos perduraban más...
Extinguidos volvían al anonimato del Todo...
Las semifusas del cielo conmovían el sequedal
y las saltarinas esferas de pizzicatti fecundaban mis grietas...
He aquí la comunión con lo sagrado:
flujo sonoro, ritmo concordante
fui por un instante música y agua.
(Como ella da esperanza a la tierra, así me he prometido renacer... )
Lágrimas en fa menor interpretadas por causa mía
tantas veces por quien más amo...
He aquí la desunión de lo profano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso.

Me gusta el fondo rojo de tu página; recive bién tu letra y puño.

Saludos
Jens

Edgar Alexis Martínez dijo...

Simplemente me gusta y lo disfruto;
es mezcla perfumista entre lo exquisito: la música, lo dulce: el alma y el arte: lo escrito.

IVÁN FERNÁNDEZ dijo...

Estimado Francisco:

Hace algún tiempo tuve noticia de este blog. Primero mi felicitación por su trabajo en el campo de la poesía. En segundo lugar, creo que debería escribir más poemas de naturaleza mística. No sé. Como fondo trascendente de su poesía, me parece percibir la búsqueda de esa señal divina que más se aleja mientras con mayor afán se la busca.La búsqueda del camino de regreso al cielo del cual vinimos, me parece a mí que debería ser la misión de toda nuestra vida; sin embargo, la vida es también un trayecto, y, por eso mismo, la poesía y la belleza, nos deben impedir el extraviar nuestro destino trascendente. Felicitaciones.

Atentamente: Francisco Ferreira.

IVÁN FERNÁNDEZ dijo...

Estimado Francisco:

Hace algún tiempo tuve noticia de este blog. Primero mi felicitación por su trabajo en el campo de la poesía. En segundo lugar, creo que debería escribir más poemas de naturaleza mística. No sé. Como fondo trascendente de su poesía, me parece percibir la búsqueda de esa señal divina que más se aleja mientras con mayor afán se la busca.La búsqueda del camino de regreso al cielo del cual vinimos, me parece a mí que debería ser la misión de toda nuestra vida; sin embargo, la vida es también un trayecto, y, por eso mismo, la poesía y la belleza, nos deben impedir el extraviar nuestro destino trascendente. Felicitaciones.

Atentamente: Francisco Ferreira.