jueves, 24 de diciembre de 2009

Sansón sin Dalila

Aunque no lo parezca: tu ausencia es mi fuerza
—mi casa sin puertas—.
Recuerdo a ciegas nuestros lugares-hogares
—ahora colonias poéticas—
de alguna manera siempre míos
incólumes como esperanza.

Has segado la cabellera nocturna:
catarata que escribiera de ti.
Aunque no lo quisieras
un indeleble e irreductible pastizal
está brotando de esta luz pegada al piso:
mi locura.