Teniendo algo de dinero
(ese descubrimiento alquímico
capaz de transformarse en cualquier cosa)
no me decidía
si a comprar un telescopio
o la obra completa de Borges.
En ambos casos vería estrellas:
con el lente las de afuera,
con Jorge Luis las de adentro.
Ninguna de las dos cosas tiene precio.
2 comentarios:
Yo me hubiera comprado el telescopio...
(con un poco de suerte y en una noche despejada, tal vez hubiese podido ver el destello de las palabras de Borges reescribiéndose en el silencio cósmico ;)
¿no?
(a no ser que todavía no haya aprendido usted a leer en el alma del mundo.. cosa que no creo jeje)
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