martes, 20 de mayo de 2008

Tales de Cos (no el de Mileto)

I
¡Evapórame, Padre Sol!
Para que fluya, corra, me expanda, me adapte.
Talvez en nube convertido
pueda justificar mi llanto
desahogarme libre.
Porque ahora no escapo, me cohíbo, me comprimo.
Quizás entonces de la rosa aquella sea rocío.

II
Para no hacer remolinos con mis rutas
ni perder mi puesto en el mundo
probaré parecerme a los instintos:
seré inmediato como el miedo
seré directo como el hambre.
Las rectas, propias de Iluminados
también las imitan los animales.

Para que no me importen los predicados
he de saber que soy de quien se habla
no lo que de mí se diga.

Para no olvidar las palabras nuevas
he de usarlas aunque sea en gestos
forma de hablar de los circunspectos.

Para elegir entre varias opciones
he de inclinarme por la más cercana
aunque prefiera la más distante.
Para no esbozar serpentinas con mi itinerario
sino hollar los círculos trazados
haré un inocuo espionaje
encubriéndome en la secta del poeta
así no despertar sospechas de ser un animal distinto.

Ahora ocupo un lugar en el mundo
al menos hasta cuando me despoje
de las metáforas y lo impugne cual guerrero.

1 comentario:

Rita Belén dijo...

Tales le felicito... me encantaron sus poemas...