lunes, 27 de abril de 2009

Heráclito desde una hoguera

De los mudras construidos por las cruces en la arcilla
miríadas de monjes surgen ataviados con colores primarios
en procesión hacia donde los seres se extinguen.
Salamandras bailadoras en el templo de Vulcano
indujeron secuestrarlas al muy noble Prometeo
y una vez entre los hombres procrear niños y monstruos.
Ímpetu de Zoroastro, calor luminoso,
puente entre los soles de arriba y adentro:
hipnóticas sierpes
develadas desde Heráclito al big bang,
es el mismo caduceo
envainado en mi espinazo,
es la misma luz caliente
de mi ira y de tus besos
es el fuego de los mantras
y la vida universal.

1 comentario:

BUODIKA dijo...

Qué bueno que actualizó su blog,me encanta leerlo. !Es tan profundo! Me maravilla cómo aterriza a la realidad algo intangible y aparentemente inconexo con la cotidianidad.