sábado, 31 de enero de 2009

Aprendiz de los mayas

Has traído ciertas costumbres mayas de tu estrecho aposento crudo:
por ejemplo, blanquear mi espalda con ceniza amarga
—rozada la arboleda que fuera tu alegría—;
leer en el cielo los eclipses de amor en especial ese de incumbencia nuestra;
lavar en el cenote rojo el más duro y largo fruto
anunciado por mis besos a lo ancho del maizal;
al coincidir tu calendario arduo con mi imprevista agenda,
montamos un templo sobre otro y labramos con uñas los glifos:
el suspiro exacto en cada escalón... hasta henchir la pirámide
—rodadera de mi cuerpo sin el tuyo—.

Con el tiempo haremos
menos de lo que hacemos ahora
para hacer más de lo que falta:
extender en códices modernos el porqué me sacaste el corazón.

2 comentarios:

BUODIKA dijo...

HISTORIA POESIA Y ADEMAS FILOSOFIA ERES BRILLANTE!

Francisco Costales Flores dijo...

Gracias Buodika por tus generosos comentarios.