¡No es lo mismo ser luz que portarla!
Fragmentos de distintos muertos danzan en unidad
carteros malditos reparten presurosos un collage de subtextos incinerados
por la ciencia oficial —a veces desacertada—
y la política de coyuntura —muchas veces descoyuntada—
mientras los graves gritos de la sangre aguda
se han evaporado del futuro engreído
a pesar suyo se condensaron
en el indeleble archivo del universo.
Separemos las partes del todo:
¡Vengan niños de épocas ebrias al decollage de los textos cuestionables!
—nos los han hecho tragar enteros—.
Heroínas y héroes, ¡sed luz,
místicos hijos de Clío!
Historiadores, ¡portadla!
Lo exige la madre-contexto:
la revolución
contra la ley inicua y la apática costumbre.
Ves, ¡no es lo mismo ser luz que portarla!
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